Relaciones con las personas

Saber convencer en 13 trucos

Las personas convincentes tienen el misterioso don de hacerte pensar como ellos. ¿Su arma secreta? Saben cómo despertar la benevolencia y logran hacer que ames no solo sus ideas, sino también su propia persona.

Hay demasiadas personas que asumen, erróneamente, que la capacidad de atraer la simpatía depende de las cualidades naturales, innatas, compartidas por un puñado de individuos afortunados que tienen la belleza física, una sociabilidad que conquista o un talento poco común. De hecho, fomentar la simpatía está en tu poder y proviene de la inteligencia emocional.

Un estudio realizado a más de un millón de personas muestra que las personas que dominan las habilidades de saber convencer no solo son muy amigables, sino que superan a quienes no las dominan.


Al ahondar un poco más en la cuestión del saber convencer, hemos resaltado los comportamientos clave que permiten que las personas emocionalmente inteligentes sean tan persuasivas.

1. Para saber convencer, saben cómo complacer.

No buscan ganar una batalla y luego perder la guerra. Saben cómo defender sus posiciones en el momento correcto, sin hacer sacrificios que sean útiles para su propósito. Siguen rindiéndose, cediendo terreno y actuando para hacer felices a los demás. Si se comportan de esta manera, es porque saben que les permitirá ganarse el afecto de las personas a largo plazo. Con razón piensan que el éxito final es más importante que "tener la razón".

2. Para saber convencer, son conciliadores.

Defienden sus ideas con firmeza y confianza, sin ser agresivos ni autoritarios. A nadie le gusta la gente perentoria. Al atacar frontalmente, incitas a tus interlocutores a retirarse, y no tardan en huir de ti. Los individuos persuasivos, por otro lado, son menos exigentes. No discuten con vehemencia, porque saben que es la sutileza lo que puede ganar a la gente a largo plazo. Si a menudo te sientes demasiado agresivo, trata de tener confianza y calma. Evita ser impaciente o demasiado terco. Dite a ti mismo que si tu idea es realmente buena, la gente acabará adoptándola... ¡siempre y cuando les des tiempo!

3. Pero no son tímidos.

Por otro lado, si presentas tus opiniones en forma de preguntas o si necesitas ser aprobado, parecerás frágil y poco convincente. Si eres más bien de temperamento tímido, intenta presentar tus argumentos con afirmaciones y hechos interesantes sobre los cuales tus interlocutores deberán meditar. Además, deshazte de todas las expresiones de duda. Si tu objetivo es convencer, no hay lugar en tus palabras para "yo creo eso" o "es posible que".

4. Para saber convencer, conocen a su audiencia.

Saben con quién están hablando y confían en ese conocimiento para hablar el idioma de su audiencia. Ya sea suavizando su gesto ante un tímido o, por el contrario, siendo más firme en contra de una personalidad agresiva y enérgica, es necesario reconocer que cada persona es diferente, y debes estar atento a estas sutilezas si quieres que tu mensaje sea escuchado.

5. Para saber convencer, hablan a nuestra imaginación.

Los estudios muestran que la probabilidad de convencer es mucho mayor si el argumento va acompañado de imágenes capaces de darle vida. Las personas con un fuerte poder de convicción explotan este mecanismo desplegando poderosas imágenes visuales. Cuando el uso de imágenes reales resulta imposible (o inapropiado), se basan en sugestivas anécdotas para dar cuerpo a sus ideas. Una buena historia surge en las mentes de las imágenes públicas que le permiten proyectarse y que será difícil de olvidar.

6. Para saber convencer, usan un lenguaje corporal positivo.

Tienes que obtener el control consciente de tus gestos, expresiones y tono de voz (asegurándote al mismo tiempo de que sean positivos). Esto inspirará a las personas a dar la bienvenida a los argumentos que les hagas. Hablar con entusiasmo, no cruzar los brazos, mirar a la otra persona a los ojos e inclinarse hacia la persona que habla son todas señales positivas que las personas convincentes están acostumbradas a emitir para ganar la aceptación. Adoptar un lenguaje corporal positivo te permitirá despertar el interés de tus interlocutores y convencerles de que tus palabras están en el camino adecuado. Cuando queremos persuadir, la forma en que decimos las cosas a veces cuenta más de lo que decimos.

7. Para saber convencer, sonríen.

Naturalmente (e inconscientemente) imitamos el lenguaje corporal de la persona con la que estamos hablando. Si quieres que las personas te quieran y crean en ti, sonríeles durante la conversación: inconscientemente te harán amable, y eso les complacerá. La gente convincente sonríe porque sus propias ideas los inspiran con verdadero entusiasmo. Es una sensación contagiosa que transmiten a todos los que conocen.

8. Para saber convencer, toman en cuenta tu opinión.

Una de las técnicas más efectivas de persuasión es otorgarle un punto de vista a la otra persona. Al reconocer que tu argumento no es perfecto, parecerás de mente abierta y dispuesto a corregir tus posiciones en lugar de defender tercamente tu punto de vista. Hazle saber a tu público que te interesan sus intereses. Esfuérzate en usar expresiones como: "Veo por dónde vienes" o "Lo que dices es muy correcto". Esto muestra a tu audiencia que los estás escuchando y que no tienes la idea de imponerles tus ideas. Las personas convincentes reconocen el derecho de los demás a pensar lo que quieran. Al hacerlo, muestran respeto por sus interlocutores, que estarán más dispuestos a considerar tu punto de vista con amabilidad.

9. Para saber convencer, hacen buenas preguntas.

Cuando escuchamos a alguien, el error más grave es descuidar lo que nos dice porque nos centramos en lo que va a decir o en cómo nos afectarán sus comentarios. El mensaje se recibe perfectamente, pero su significado se pierde por el camino. Para evitar este escollo, un método simple es hacer muchas preguntas. A la gente le gusta saber que los estás escuchando, y algo tan básico como una solicitud de aclaración muestra no solo que les escuchas, sino que además estás interesado en lo que te dicen. Te sorprenderá el respeto y la gratitud que te mostrarán al hacerles preguntas.

10. Para saber convencer, te llaman por tu nombre.

Nuestro nombre es un componente esencial de nuestra identidad, y escuchar a alguien decirlo es muy agradable. Las personas convincentes se preocupan de llamar por su nombre a todas las personas que conocen. No lo hagas solo cuando saludes. Los estudios muestran que las personas se sienten valoradas en una conversación cuando se usa su nombre.

11. Para saber convencer, saben cómo hacer conexiones.

Te será más fácil aceptar lo que tienes que decir si permites que las personas sepan qué tipo de persona eres. Como parte de un estudio de prácticas de negociación, se les pidió a los estudiantes de Stanford que lograran un consenso en sus aulas. Sin instrucciones especiales, el 55% de los estudiantes logró llegar a un acuerdo. Sin embargo, esta proporción llegó al 90% entre los estudiantes a quienes se les había instruido que comenzaran presentándose y contando su historia personal. El punto crucial aquí es que debemos evitar quedar atrapados en el ir y venir de las negociaciones. El individuo con el que estás hablando es una persona, no un oponente o un objetivo. Cualquiera que sea la fuerza de tu demostración, si no logras establecer una conexión, desafiarás todas tus afirmaciones.

12. Para saber convencer, son sinceros.

Para convencer, la sinceridad y la honestidad son fundamentales. A nadie le gustan los hipócritas. Nos atraen las personas sinceras porque sabemos que podemos confiar en ellas. Es difícil creer lo que dice alguien cuando no sabes quién es en realidad o cómo se siente. Las personas convincentes saben quiénes son. Tienen suficiente confianza para sentirse bien consigo mismos. Al centrarte en lo que te motiva y te hace feliz, te volverás más interesante y convincente que si tratas de ganar personas para tu causa al cumplir con tus expectativas.

13. Para saber convencer, saben cómo vencer un rechazo.

El exceso de impaciencia fácilmente puede dejar de convencer. Por lo tanto, redobla tus precauciones. Los estudios demuestran que cuando intentamos obtener un acuerdo inmediato de nuestros interlocutores, es más probable que permanezcan en su posición original. Tu impaciencia los empuja a contrarrestar tus argumentos para defender los suyos. Si tu demostración es fuerte, no debes temer retroceder para darte tiempo a meterte en la mente de tu audiencia. A menudo es difícil asimilar de inmediato las buenas ideas. La paciencia puede pagar dividendos.

Conclusión sobre saber convencer

Los individuos persuasivos son maestros en descifrar y adaptarse a los demás. Explotan a fondo su inteligencia emocional para alentar a la gente a pensar como ellos. Alrededor del 90% de las personas más efectivas en saber convencer tienen un alto cociente emocional. No es de extrañar, entonces, que los campeones de la persuasión movilicen esta habilidad para reforzar su juego. Al agregar estas técnicas a tu repertorio, ¡estarás a punto de unirte a este grupo tan selecto!

¿Cuáles son los otros hábitos de las personas que saben cómo convencer? No dudes en contarme tu experiencia en los comentarios a continuación, para que yo también pueda aprender de ti.